*La empresa, al borde de la quiebra, saldrá a subasta por 111.000 euros El consistorio garantiza los 13 empleosEl PP de Azuébar se quedó solo en la aprobación de la enajenación de la empresa pública Aguas de Azuébar SL. Con los tres concejales del PSOE y parte de los asistentes al pleno extraordinario que se celebró el martes en contra, el gobierno local aprobó el inicio de los trámites para privatizar la empresa pública que cuenta con 13 trabajadores para evitar el cierre de la empresa, acuciada por las deudas.
Así la planta embotelladora de Azuébar saldrá a subasta pública con un precio de salida de 111.000 euros. El edil del PP, José Manuel Ramírez, ha explicado que para poder participar en la subasta las empresas que opten a la compra deberán entregar dos sobres cerrados. En uno deberán demostrarse la solvencia de la sociedad y en el segundo sobre constará la cantidad por la que la empresa externa está dispuesta a comprar Aguas de Azuébar SL. Por el momento, según Ramírez tres han sido las empresas que se han interesado por esta compra. En el plazo de un mes se conocerá quién se queda la planta.
El agua del manantial de la Fuente del Sas se cederá por 25 años mediante concesión y a la nueva empresa el consistorio vende el nombre de la sociedad y la maquinaria, el terreno donde está actualmente la planta seguirá siendo municipal. El Ayuntamiento de Azuébar venderá, así, la marca pero no el agua del manantial de la Fuente del Sas por cuya agua recibirá un canon por litro, que irá aumentando año tras año según lo fijado en convenio.
Para el alcalde de Azuébar, Gerardo Miravete, la venta es "por el bien del pueblo y de la planta". Por su parte, Ramírez ha lamentado que el PSOE esté en contra de la venta pero no haya aportado ninguna solución. Para el edil popular el alquiler propuesto por los socialistas no es una solución.
El portavoz socialista, Fabián Molina, aseguró que la venta es "precipitada" y pidió, sin suerte, que la enajenación se quedara sobre la mesa y se buscara otra solución hablando con todos los vecinos. Para los socialistas la venta de la planta "toca la fibra sensible del pueblo" y le recordaron al PP que pese a que tiene legitimidad legal para hacerlo no tiene legitimidad moral "porque el pueblo no participa".
La plantilla se mantendrá
Los trabajadores estuvieron presentes en el pleno y preguntaron por su situación a partir de la venta. Desde el gobierno local tranquilizaron a la plantilla. Escuder aseguró que la venta es "beneficiosa para los trabajadores porque mantendrán sus puestos de trabajo, se respetarán sus contratos y su antigüedad". Ramírez, por su parte, aseguró que con la empresa privada "existe menos riesgo" y apuntó que si no se vende la planta "en seis meses estará cerrada".
Fuente: Levante de Castellón
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